martes, 9 de marzo de 2010

Las Rosas,La Libertad, La Lumbrera...








Cuando en la tarde aparezco en los espejos...

Cuando en la tarde aparezco en los espejos
Cuando yo y la tarde queríamos unirnos
Tristemente nos despedimos
Tristemente nos hablamos en el espejo que disuelve las imágenes
Quién soy entonces
Quizás por un momento
De verdad soy yo que me encuentro

Quién soy yo sino nadie
Alguien que quisiera pasarse los días y los días
Como un solo domingo
Mirando los últimos reflejos del sol en los vidrios
Mirando a un anciano que da de comer a las palomas
Y a los evangélicos que predican el fin del mundo

Cuando en la tarde no soy nadie
Entonces las cosas me reconocen
Soy de nuevo pequeño
Soy quien debiera ser
Y la niebla borra la cara de los relojes en los campanarios.

JORGE TEILLIER
De "En el mudo corazón del bosque" 1997

A Melipilla me gusta llegar por el camino largo, ese que no llega precisamente a Melipilla... salgo por Cerrillos, doblo hacia Peñaflor de ahí me interno por una sombreada arboleda en Pelvin y tomo la empinada cuesta que lleva a Mallarauco pasando por Pahuilmo me dejo llevar algunos caminos secretos que terminan en el cerro... en el cruce de Mallarauco doblo hacia Melipilla pero antes de llegar tomo un desvío hacia el poniente que me lleva a las Rosas por un camino mitad pavimento, mitad tierra, sombreado y fresco, doblo al sur y llego al camino viejo a San Antonio... continuo hacia Puangue, justo al final de la cuesta y antes del estero hacia el sur esta La Libertad angosta y serpenteante entre cerro y estero, este no tiene salida se requiere regresar por los antiguos pasos. Luego una miradita a la entrada a Cuncumen y de regreso; hacia el norte del antiguo camino a San Antonio esta la entrada a la Lumbrera, campo y soledad para disfrutar de la tarde y regresar feliz con el paseo, pero antes pasar a la plaza de Melipilla y tomar un helado...

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