Mi pequeño jardín

Pequeña Elegía
Oscar Castro

Por el valle claro
vienen a enterrar
al hombre que nunca
divisó la mar.

Era un campesino
de lento mirar
mediero tranquilo
de la soledad.

Cosechó los trigos
de ajena heredad
y se fue apagando
corazón en paz.

Era casi tierra,
casi claridad,
casi transparente
rama de verdad.

Tuvo una alegría:
la de cosechar.
Tuvo una tristeza:
ya no sabe cual.

Por el valle claro
lo despedirán
tréboles y alfalfas
de verde mirar.

Aguas del estero
dirán un cantar
por el campesino
que nunca vio el mar.

Cuando lo sepulten,
alguien llorará.
y en el valle puro
todo será igual.

Amanece

LA CIUDAD
Gonzalo Millán
(extracto)

Amanece.
Se abre el poema.
Las aves abren las alas.
Las aves abren el pico.
Cantan los gallos.
Se abren las flores.
Se abren los ojos.
Los oidos se abren.
La ciudad despierta.
La ciudad se levanta.
Se abren llaves.
El agua corre.
Se abren navajas tijeras.
Corren pestillos cortinas.
Se abren puertas cartas.
Se abren diarios.
La herida se abre.

En Peñaflor existe un antiguo balneario llamado Trapiche ha tenidos épocas buenas y otras no tan buenas hoy está en completo abandono, lleno de basura, los árboles están llenos de una peste que los mata... aun así encuentra espacios para florecer. Peñaflor esta lleno de antiguas historias que crecen detrás de gruesos muros de adobe como ese antiguo gomero tropical que extiende sus raíces por el campo.

Auco corre paralelo al camino de Rinconada de los Andes, hacia el oriente y por un interesante camino de tierra que mira el valle con su fondo de cordilleras nevadas, desemboca en Tierras Blancas.