domingo, 25 de enero de 2009

Barco y junco






Romance de barco y junco

El junco de la rivera
y el doble junco del agua,
en el país de un estanque
donde el día se mojaba,
donde volaban, inversas,
palomas de inversas alas.


El junco batido al viento
-estrella de seda y plata-
le daba la espalda al cielo
y hacia el cielo se curvaba,
como un dibujo salido
de un biombo de puertas claras.


El estanque era un océano
para mi barco pirata:
mi barco que por las tardes
en un lucero se anclaba,
mi barco de niño pobre
que me trajeron por pascua
y que hoy surca este romance
con velas anaranjadas.


Estrella de marineros,
en junco al barco guiaba.
El viento azul que venía
dolorido de fragancias,
besaba de lejanías
mis manos y mis pestañas
y era caricia redonda
sobre las velas combadas.

Al río del pueblo, un día,
llevé mi barco pirata.
lo dejé anclado en la orilla
para hacerle una ensenada;
mas lo llamó la corriente
con su telégrafo de aguas
y huyó pintando la tarde
de letras anaranjadas.

Dos lágrimas me trizaron
las pupilas desoladas.
en la cubierta del barco
se fue, llorando, mi infancia.

Oscar Castro

Pocuro, San Esteban, Valle Alegre son todas localidades próximas a Los Andes... todos lugares que permiten conducir a poca velocidad y disfrutar del paisaje y sus antiguas construcciones, interesantes caminos llenos de encrucijadas...

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